Vega

EL VERANO  No hay uno en el que no se me haga tarde su principio y su fin. Claro. Depende de dónde vivas. Eso pensaréis muchos. Depende de cómo lo pases, pensaréis otros también. Todos con razón. Del dónde he reconocer que ha sido tan variable desde que nací, que no hay queja. Verano de piscina, verano de playa, verano de piso, verano de Córdoba, Estepona, La Cala, Tarifa, Zahara de los Atunes, Nigrán, Coruña, Santa Cristina, DF (México), Nueva York, Los Ángeles, Bogotá, Houston, Dallas, Austin hasta llegar a Malibú, cronológicamente, para volver a Nigrán, Hío y Santa Cristina….  Del cómo: panchamente desde niña a pre-adolescente, de los 14 a los 23 estudiando los suspensos para covertirlos en tiempo record en notables, y a partir de ahí, como autónoma y artista de la pista… siempre currando. Pero el verano nunca dejó de ser verano, tardío en llegar y en irse. Desde los 23 no recuerdo uno sin trabajar a destajo. Sin vacaciones como las que anhelan todo aquel que trabaja. De las del móvil apagado y horas de no hacer nada. No. Nunca me acabó de convencer el verano, ni sus amores, ni sus planes de mar, montaña, ciudad o festivales, pretendiendo en un ardid que el resto del año parezca una mierda en comparación. Y me pregunto… ¿amas el otoño y el invierno? Con su nostalgia, su frío, el hogar… con su sofá y manta (nunca fuí de tirarme a la calle por amor, ni al arte ni al clima ni al gentío). ¿O la primavera? Y me respondo. Igual me da igual, igual lo que me gusta es trabajar en vista de lo vivido. Y trabajo a destajo. Tanto que no recuerdo tener mas de 6 días al año de no hacer absolutamente nada desde 2011. Desde entonces oigo en cada diván “tienes que parar”. En 2013 monté La Madriguera. Y también desde entonces entendí que hay un mundo de trabajo que no se ve pero que hay que hacer, ese que hace que llegue a vuestras manos cada proyecto y de la manera en que lo hace. Se cumplen casi 11 años sin veranos, otoños, inviernos ni primaveras en los que esta mente pare, duerma lo necesario y viva. 11 años de re-invertir cada céntimo que entra para sobrevivir sola, autónoma e independiente. Libre. Quedan escasos meses para volver a materializar todo ese trabajo que no se ve. Y digo materializar, porque cuando casi nadie te ve en todos lados, cuando el algoritmo te marca un random si no te quedan cuartos, resulta que el formato físico es la manera más bonita que encontré para poder palpar y decirme “en esto llevas años trabajando” y sentir que mereció la pena.  Es la manera que encontré de contaros todo en lo que trabajé musicalmente y lo que no se ve (mis distintos 13 puestos de trabajo desempeñados por una persona). Aún recuerdo la vez que una seguidora me atendió cuando diseñaba, presupuestaba y encargaba las cajas de cartón para los envíos web y se dió cuenta que era yo quién estaba al teléfono… esa pregunta soprendida de “¿te encargas tú de las cajas de cartón?!??”,  sigo teniendo la duda de si aquello hizo que se le cayera el mito al suelo o reforzó su consideración y puesta en valor de mi trabajo. El caso es que… cumplo años y aquí sigo. De una pieza, a veces bonita y a veces maltrecha. Pero con el mismo tesón que el primer día aderezado de experiencia. Cuando llegue el día, que queda mas bien poco, y tengáis en vuestras manos todo, las canciones y los tangibles, por favor, mirad hasta la última esquina del formato, hasta la última letra, hasta el punto sin final, hasta el tacto y sentir el amor y mimo puesto expresamente para vosotros. Y sí tenéis tiempo, entonces, donde yo publique agotada pero orgullosa el resultado de tantísimo esfuerzo, dejádme un mensaje después de verlo recordándome que hay quienes también pensáis que mereció la pena. Me queda un par de conciertos que disfrutar de compañeros y entonces el verano será un recuerdo más, dando paso a mi próximo otoño/invierno, donde el calor serán nuevas canciones acunadas en su “pesebre” que también tejí para posarlo en vuestras manos. Disfrutad de lo que queda. Sea mucho o poco, depende de quien lo viva. V.

Poco a poco se va acercando el día. Aún tarda, no tengo prisa, pero si la ilusión intacta. No la de antes. La de cuando Mercedes se convirtió en Vega. Y Vega a ratos en Mercedes. Llegar hasta aqui ha sido en lo personal lo más dificil duro y doloroso que he experimentado en mi vida. No sé que esperáis de mi en esta nueva etapa, por una vez yo solo he querido ser feliz con lo que hago sin parches, muletas, tiritas ni imposturas ajenas o propias. Solo tengo ilusión. Igual se desinfla, o igual crece. Por una vez eso es lo menos. Estoy amando el proceso, porque el proceso ha sido mi salvavidas personal. No importa donde llegues sino como llegas, porque si no llegas ese “como” te cambiará la vida o te dejará seguir siendo quien eres. Ya queda menos aunque queda. Descuento días, como el que marca un cumpleaños, un nacimiento, un día donde sabes que serás feliz a pesar de que nada salga como esperabas. Un abrazo a todos! V

Parece ser que cierran Telegram. Lo volveremos a intentar de otra forma. Gracias a todos los que de alguna forma habeis estado y contribuido. 🤍 Un abrazo! M

Hoy he compartido en IG unas fotos del rodaje de #Mortal. Hoy os quiero enseñar pequeños tesoros que guardo de mis videoclips donde hago borradores, guionizo, planteo el storie por planos de montaje… y sobre todo reajusto en el día previo al rodaje… a veces inventando donde no hay. Como el día que grabamos #ElAlud… un guión entero entorno a la nieve que nunca cayó y se convirtio en una partida de parchis (carreras incluidas antes para hacer las sudaderas que se alternasen para representar cuando te comes una ficha). Esa nieve al final cayó discos después en #Despuésdetí que jamás esperaba nieve y nos calló la mundial readaptando lo posible (una furgo antigua encallada en la nieve y servidora intentando arrancarla porque se quedo mortimer en el sitio)… Os dejo el borrador de mortal… qué paso, qué hubo, qué se cambió y porqué… eso os lo dejo como un juego de adivinazas a vosotros hasta que yo misma lo relate algún día. Solo hay que leer esto y chequear el definitivo. Buenas noches!

A diez dias de cumplir 45 años puedo decir que por fin se ha frenado el perder peso, esa pesadilla ha parado este mes, algo es algo. Bien merece una foto pa recordar el chasis. También hoy estuve hablando por primera vez en mi vida con el productor del nuevo disco (ese que traigo entre manos y del que estoy deseando poder contaros cosas). Nunca llegué a tatuarme nada de Mirlo Blanco (por invertir costumbres y buscar un lucky strike). Y la vida es sabia, marcado por dentro si, por fuera no. Porque aún quedaba por sangrar. Me fume todo el lucky que cabía en el cuerpo en estos últimos años. Tengo que dejarlo… el tabaco, el lucky no. Así que esta vez, fiel a MIS costumbres voy a tatuarme uno que valga por dos, que no mire hacia atrás y abra los brazos hacia delante. La cosa es buscar donde, que el qué YA LO TENGO CLARO ;) y eso significa que tengo un título. Buenas noches!!

Ya se pueden escuchar los dos duetos que he hecho con canciones que me gustan y artistas que quisieron tenerme en sus proyectos de una forma especial. Sólo puedo mostrar gratitud y respeto, el mismo que recibo. Gracias Nat y gracias Eze, ojalá Déjalo Ser y Qué te puedo dar os traigan cosas bonitas. Seguimos cantando y de pie. Pronto os cuento cosas nuevas, nuevas canciones, hasta entonces como digo en una de ellas “mi silencio es un grito de guerra”. Disfrutad de estas tan lindas mientras tanto: Déjalo Ser - Nat Simons & Vega https://open.spotify.com/track/6BU5BkS0eQ8zt5OpgKxXEw?si=m-Rti_8NSPCerrtXd-sdWA - El 24 de febrero estaremos en el wizink para celebrarla en directo - Qué te puedo dar - Flecha Valona & Vega https://open.spotify.com/track/4C91anE4tULZ6pnriFksW1?si=2An-eKthQZ2frKnTRDd-hA Febrero, sigo siendo yo sin un doblez, tal como ves. M.

Esa fue mi pregunta cuando Juan de Dios Martín (productor y casamentero) me llamó para ponerme en contacto con Ezequiel: ¿Qué te puedo dar? Es muy difícil verme colaborar con otros artistas por dos razones: ésta que escribe es transparente como el cristal y necesito honestidad absoluta en cada paso que doy, de manera que nunca me vale una colaboración estratégica porque me tengo en una estima bastante mortal y mundana. Nunca me valió el estar por estar. Colaboro con canciones primero, con el artista después. Lo primero no se da si lo segundo resulta que no conecta, y si se da lo segundo pero no hay canción o nada que pueda aportar para sumar también queda en el tintero. Porque no siempre se da la combinación de ambas cosas, por lo que mi lista de colaboraciones se resume a una serie de canciones y compañeros muy exquisita para el morro de esta señora. Al contrario siempre pido lo mismo: no canto con quién le molaría al público que cante, lo hago con quién realmente le apasione mi canción y yo le caiga en gracia (por eso hay tan poquitas en 10 años de carrera, soy un poco pesada con aplicar esto mismo a mi repertorio y mi persona, mi percepción de mi misma limita el asunto bastante). El caso es que esta vez me encontré con un artista con las ideas claras, con una honestidad consigo mismo y su proyecto poco habitual dada la generación a la que pertenecemos sumada la dificultad de que decide meterse en el barro de la industria a estas alturas de la peli. La inocencia de un niño encerrada en un músico experimentado pero intacto. Conectamos muy bien, y eso que aún quedaba ese “¿qué te puedo dar yo a tí y tu canción?”. La probamos por 1ª vez en directo, mi habitat más natural y en el que me siento más cómoda. Fluyó lindo y como la seda. Por lo que cuando la propuesta fue dejarla plasmada en una versión de estudio la duda estaba despejada. Le dí todo lo que le podía dar y la canción me encanta. Esta “colab” rezuma honestidad y generacionalmente un “así vemos las cosas y así se las hemos cantado”, que importa más qué dices y cómo lo dices que cómo nos ven. Gracias Eze y todos en @flechavalona por quererme ahí. Vuelvo a contar estrellas y elijo la mas bella. ✨V.

Siempre me dio angustia mirar el firmamento. El mar de noche. Volar muy alto. Las ventanas abiertas. El silencio. Pero sobre todo, mirar las estrellas. De pequeña me contaron lo que le cuento a mi hija. Que allá arriba van los que queremos y se conivierten en estrellas que nos cuidan. Tengo demasiadas estrellas cuidándome, cuidando de todos los que quiero y sufren, que quizás sea eso lo que sin saberlo me de angustía de verdad al mirar la noche estrellada. Va a ser que es más hastío por un techo de tristeza que brilla poderoso para recordarnos que somos una mota de polvo y que la vida es demasiado corta como para no disfrutarla. A todas mis estrellas perdón por no mirar tanto hacia arriba como debiera, aún no aprendí a canalizar vuestro brillo. Y a ti, si existes y riges el mundo, por favor… no decores más el cielo, ya hace mucho que es dolorosamente bonito. M.

Que entréis el año con el pié que os permita avanzar con el otro. Mis mejores deseos de 🤍 M.